| El Padre Nuestro o La Oracion del Señor | |
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Al Padre Nuestro se le llama tambien La Oración del Señor o (que es lo mismo) La Oración Dominical (Dominus = Señor). Fue El quien la enseñó cuando uno de sus discípulos le dijo "Maestro, enséñanos a orar" (Lc. 11,1). San Mateo (6, 9-13) da una version más desarrollada y es la usada por la Iglesia en su liturgia. El catecismo de las primeras comunidades, conocido como Didajé recomendaba rezarla "tres veces al día". En el siglo IV ya era parte oficial de la liturgia de la misa. El catecismo actual nos dice que es "resumen de todo el evangelio", "corazón de las Sagradas Escrituras", "la oración del Señor", "la oración de la Iglesia". Ante la zarza ardiendo, se le dijo a Moisés: "No te acerques aquí. Quita las sandalias de tus pies" (Ex. 3,5). El Redentor cambió la distancia en cercanía: "Jesús no sólo nos enseña las palabras de la oración filial, sino que nos da también el Espíritu por el que éstas se hacen en nosotros espíritu y vida." (Catecismo, n. 2766). Porque la Redención nos hizo hijos, podemos decir: | |
| Pater noster, | Padre nuestro |
| qui es in Caelis, | que estás en el Cielo, |
| sanctificetur nomen tuum. | santificado sea tu nombre. |
| Adveniat regnum tuum. | venga a nosotros tu reino. |
| Fiat voluntas tua, | Hágase tu voluntad, |
| sicut in Caelo et in terra. | en la tierra como en el Cielo. |
| Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, | Danos hoy nuestro pan de cada día; |
| et dimitte nobis debita nostra | perdona nuestras ofensas, |
| sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. | como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; |
| Et ne nos inducas in tentationem, | no nos dejes caer en la tentación, |
| sed libera nos a malo. | y líbranos del mal. |
| Amen. | Amén. |