Gloria a Dios
Este antiguo himno de alabanza a la Trinidad fue compuesto en el siglo II y toma su frase inicial del evangelio de San Lucas (2:14), cuando los ángeles anuncian a los pastores el nacimiento de Cristo. Lo recomendaban como oración diaria matutina. Para el siglo V ya era parte de la misa.
Gloria in excelsis Deo Gloria a Dios en el Cielo
et in terra pax hominibus bonae voluntatis. y en la tierra paz a los hombre que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria
Laudamus te, te alabamos,
benedicimus te, te bendecimos,
adoramus te, te adoramos,
glorificamus te, te glorificamos,
gratias agimus tibi te damos gracias.
propter magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis, Señor Dios, Rey celestial,
Deus Pater omnipotens. Dios Padre todopoderoso.
Domine Fili unigenite, Iesu Christe, Señor Hijo único, Jesucristo,
Domine Deus, Agnus Dei, Señor Dios, Cordero de Dios,
Filius Patris, Hijo del Padre:
qui tollis peccata mundi, tú que quitas el pecado del mundo,
miserere nobis; ten piedad de nosotros;
qui tollis peccata mundi, tú que quitas el pecado del mundo,
suscipe deprecationem nostram. atiende nuestra súplica;
Qui sedes ad dexteram Patris, tú que estás sentado a la derecha del Padre,
miserere nobis. ten piedad de nosotros:
Quoniam tu solus Sanctus, porque sólo tú eres Santo,
tu solus Dominus, sólo tú Señor,
tu solus Altissimus, Iesu Christe, sólo tú Altísimo, Jesucristo
cum Sancto Spiritu con el Espíritu Santo
in gloria Dei Patris. en la gloria de Dios Padre.
Amen. Amén.